viernes, 16 de enero de 2009

Lo que se viene


El 12 de febrero será el día en que llegue a las salas de nuestro país El luchador (The wrestler). Este film, que en Estados Unidos se estrenó a principios de diciembre, marcó el regreso al protagónico de Mickey Rourke, cuya actuación le valió el Globo de Oro la semana pasada.

The wrestler narra la historia de un luchador en decadencia. Randy "The Ram" Robinson (Rourke) fue un ícono de la lucha libre en los años 80. Pero ahora, 20 años después de su última gran pelea, debe enfrentar la vida de otra manera. Sigue luchando los fines de semana, pero debe trabajar como repositor en un supermercado para pagar sus cuentas. Solo, sin siquiera el amor de su hija, y con una prostituta llamada Cassidy (Marisa Tomei) como confidente y única amiga, tendrá que replantearse su vida después de sufrir un ataque al corazón.
La peli está dirigida por Darren Aronofsky, quien estuviera al frente de la genial Requiem para un sueño (Requiem for a dream, 2000), y su particular manera de filmar se nota. Con la cámara casi constantemente en la espalda del protagonista, nos metemos en su vida de lleno. Vemos su punto de vista, su sufrimiento, su angustia. La actuación de Mickey Rourke bien le valió el Globo de Oro. Quizá por el parecido con su propia vida. Mucho se habló de su "decadencia": su adicción a las drogas, su alejamiento de la pantalla grande, sus problemas personales. Pero Mickey, que tuvo su última gran actuación en la piel de Marv, en Sin City (2005), volvió al ruedo. Y como lo sabe hacer. Después de que ganara el Globo de Oro, se habló de un premio de "lástima", de querer con eso ayudarlo a retornar al medio. Pero lo cierto es que Mickey nunca se fue del todo. Y su papel en El luchador lo hace justo merecedor del premio.
La película tiene un ritmo muy bueno, y, a pesar de parecer lenta por momentos (en muchas partes vemos la labor de Randy sin que exista diálogo alguno), todo aporta a la intención del film. No es difícil identificarse con el personaje, sus reacciones, sus sentimientos son muy humanos. Sin duda, la película habla del paso del tiempo mucho más allá de un simple luchador. Habla del día que todos tememos, aquel en que nos demos cuenta que no somos nada de lo que éramos. El medio a perder nuestro lugar.
Un film que llega a donde tiene que llegar, que emociona y que atrae. Sin dudas, una gran candidata a los premios Oscar que vale la pena ver.

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